FUNDACION CUAUTHEMOC EN ACCION

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Historias contadas de otra manera

En la fundación, muchas de las actividades que desarrollan mujeres y hombres -en el anonimato-, están destinadas a contener y asistir a conciudadanos que atraviesan situaciones críticas y sobreviven en condiciones precarias. Los gestos solidarios, la actitud frente a las injusticias y el carácter para enfrentar los problemas y aportar soluciones, son condiciones humanas que aportan fortaleza para mitigar la insolente indiferencia que a veces, la comunidad impone a sus “hermanos” más vulnerables o desprotegidos.

En la localidad de Gobernador Virasoro, hay un equipo solidario y activo, que realiza una tarea digna de ser destacada. Desde hace ocho años, paso a paso, han solidificado un rumbo que debería ser adoptado por todas aquellas personas que muchas veces quieren, pero no saben o no pueden ayudar. El ejemplo enseña y quien quiere puede aprender. Aun cuando lo poco es casi nada, el amor al prójimo lo convierte en riqueza.

Fornecer herramientas

A veces, no es suficiente con asistir y contener. Es menester dignificar a quien por diferentes circunstancias, no tuvo oportunidad de desarrollarse intelectual o laboralmente. Por eso, la Fundación brinda capacitación en diferentes oficios, como: Electricista; Gestión administrativa; Cuidado y atención de adultos mayores; Artesanía; Cocinero profesional; Repostería. La formación, que los ayuda a adquirir conocimientos para auto gestionar su integración social como ciudadanos productivos, es complementada con educación.

Apoyo y camaradería

Con asistencia educativa, en todos los niveles –primario, secundario y hasta universitario-, para todas las edades, se establece un mecanismo de aprender y compartir que redunda en beneficio del individuo y desarrolla las diferentes capacidades del grupo.

Infografía

Fundacion Cuauthemoc – Laguna Brava 949, Gobernador Virasoro, CORRIENTES – T.E. (54) 9 3756 492732

Formar es cuidar

Una experiencia innovadora se desarrolla con niños – desde los 2 años de edad – en la estimulación de las múltiples capacidades, mediante la enseñanza de lengua extranjera; actividades creativas cómo manualidades; y la iniciación en el uso de las nuevas tecnologías.

Compromiso y predisposición. Por eso, siempre hay tiempo para colaborar en la atención de personas con capacidades diferentes. Para asistir a víctimas de violencia de género. Y generar apoyo y contención emocional a personas de la tercera edad.

 Recompensa estimulante

No es en vano el esfuerzo y vale el sacrificio, cuando las actividades de los voluntarios inculcan en los jóvenes, valores que cimientan el desarrollo de un ser solidario y colaborativo. Dispuesto a ayudar y compartir. El grupo crece y se fortalece además, con la participación de abuelos “universales” que devuelven en sonrisas, cada gesto de atención que reciben.

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Un granito de arena

Doy fe de éste relato, aún sin conocer sus protagonistas. Confiado, porque todas las voces que me contaron esta misma historia – con matices diferentes  -, merecen mi confianza. Por eso, omití adrede, mencionar por su nombre a cada uno de los integrantes de la Fundación. Porque éste conjunto de personas, pueden ser llamados cómo “líderes solidarios”. Estoy absolutamente seguro que la semilla germinará… Ayudemos.

 

LA FUNDACIÓN Y SU HISTORIA

Su fundadora ha escrito un libro – aun no editado – en la que se describen las experiencias personales de los beneficiarios del accionar de la Fundación.

Prologo

(Autor Gustavo Sanchez Mariño)

¿Cómo negarme al pedido de Eugenia Dalcolmo, “alma mater” de la Fundación Cuauthemoc, de escribir una pequeña introducción a su primera publicación institucional? Cómo no saludar con júbilo la aparición de este texto colmado de emoción, de historias contadas derechamente, con genuina honestidad nacida del dolor, de la frustración, pero también de la esperanza y la fe.

Los valientes narradores, desprovistos de toda aprensión y sin ahorrarse detalles dolorosos o sórdidos, nos van mostrando aristas de nuestra realidad argentina, de la  lacerante verdad social de un país que no queremos o no podemos ver muchos de nosotros, abroquelados como estamos en nuestro bienestar y en nuestras comodidades. Actúa el texto leído sobre nosotros como un despertar de la conciencia, como un sacudimiento que nos alumbra.

Y también nos acerca una cálida ráfaga de misericordia y de ilusión ante la actitud asumida por los voluntarios de la Fundación, que no se han dejado arredrar por el duro diagnóstico, sino que le han opuesto una firme resistencia positiva, creativa, de amplia generosidad para con nuestros hermanos más vulnerables.

¿Cómo entonces no sentir que el trabajo de Eugenia y sus águilas descendidas sobre Virasoro en cierto modo nos redime y nos da fuerzas para seguir confiando en la bondad humana? Cómo no sentirnos orgullosos de esta corriente bienhechora que proviene de personas tan magnánimas y tan llenas de iniciativas concretas y palpables.

Celebro aquí a la Fundación Cuauthemoc y a sus voluntarios, agradeciéndoles su compromiso pacífico y laborioso, que nos hace saber que nuestro país tiene asegurada la salvación en estas manos jóvenes, inteligentes y llenas de amor.

 

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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